Poniendonos al día...Madrid febrero 2007

Ok tomando fuerzas y retomando tema, comencemos a ponernos al día con un recuento mega flash de lo sucedido desde febrero a la fecha, y lo haremos con España que fué hasta donde llegué la última vez.

Esta foto no es más qué un trofeo para mí en mi búsqueda por la cultura en un lugar ajeno a mi pueblo y con la compañia de mi ser, surcando nuevos horizontes al compás del movimiento del convoy que recorre desde Alcalá de Henarez hasta la estación Atocha en Madrid, y siguiendo su curso mas allá del confín de la vista.

Heme allí, Madríd, ciudad cosmopolíta de gran vida y atascado de madrileños jetones jajaja. Bueno, algo lindo de los viajes es que ilustran, y aprendí que, no es que la gente sea jetona, sino que pues es parte de su cultura ser lastimosamente directos, honestos y secos, y pues nosotros viniendo de una cultura donde la sumisión se torna casi en un servilismo pues imagínense lo duro que fué el cambio. Pero no es igual en todas partes, mientras más al sur del país vayas, la gente se va convirtiendo en más cálida, como suele suceder en la mayoría de los países (por alguna razón desconocida siempre los del sur son más cálidos que los del norte, a ecepción por supuesto de los vecinos del norte, dónde les gusta llevar la contraria al resto del mundo, los del sur apestan ..).

Llego a la estación Atocha que, por azares del destino y cuidado del de arriba, reconozco. Desciendo del vehículo, camino y salgo. Saco muy mona mi krostymapa y finjo ser la maaaaas orientada y busco la calle que me llevará hacia el famosísimo Museo del Prado, que es una visita obligatoria si pisas los terruños de los gatos. (mote por el que se les conoce a los madrileños)

Y heme ahí, caminando muy segura de que mi camino estaba más que claro aunque por dentro andaba temerosa de perderme. La verdad es que no estaba taaan difícil tampoco llegar y las señalizaciones son bastante claras, pero pues fué mi primera vez de exploradora señera y aunque hablamos el mismo idioma, nunca deja de resultar algo intimidante el estar en otro país,

además, sí exíste alguien desorientado en este mundo, esa soy yo, pero creo qué, por la misma razón, el chante Chuí siempre me cuida y va guiando mis pasos, y de que llego a mi destino, llego, ¿cómo? ahhh eso sí no lo sé, pero llego.

Es lindo hacer al menos una vez en la vida una actividad de ese tipo, ir sol@ con tu soledad a disfrutar lugares que te son de interés, disfrutas diferente de la actividad y comienzas a conocerte un poco más. Al final de la semana ya había recorrido parte de la ciudad y un par de museos mas, y todos ellos acopañada de mi alma, y ¿qué mejor compañía que la de uno mismo?