Monday, February 26, 2007

MI VIAJE A LA "MADRE PATRIA"-Alcalá de Henares

"En un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme...." así comienza el famosísimo libro de "El Quijote " escrito por el Miguel de Cervantes Saavedra nacido en de Alcalá de Henares, ciudad construida por carpetanos, romanos, musulmanes y judíos, con 2000 años de antigüedad, y patrimonio de la humanidad desde 1998 decretado por la UNESCO y lugar dónde hayamos morada para las siguientes 3 semanas que ibamos a residir en esos lares .Alcalá es parte de lo que se conoce como la Mancha.(sí ustedes pensaban que se refería a una mancha como tal, déjenme entonces corregirlos y sacarlos de su error: las provincias de Abacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo le dan nombre y vida a la mencionada Castilla de la Mancha)También le podríamos llamar Alcalá de las cigüeñas, a lo que ustedes se preguntarán porqué; y he aquí la razón del porqué. Sí ustedes pensaban que las cigüeñas venían de París, lamento informarles que han sido lastimosamente engañados, y que aquellos que alevosamente han inventado semejante leyenda urbana y han culpado a estas pobres aves de la sobrepoblación mundial, es porque jamás han ido a Alcalá de Henares porque otra de sus atracciones es(además de ser patrimonio de la humanidá,) ver la cantidad de cigüeñas que hay por doquier que, cuenta una leyenda, para los años de 1986-87 estuvieron cerca de desaparecer, y sólo se contaban a duras penas unas 11 parejas en la zona. Viendo pues que su población peligraba, las cigüeñas optaron por hacer un trabajo interno, y en vez de llevar bebés a todas partes del mundo, decidieron hacer los propios hasta llegar a la hermosa cantidad hoy día de, "90 parejas". Chambeadoras las cigüeñas ¿no? en fin, podemos estar tranquilos,por el momento al menos, de que hay cigüeña rato.

Una vez habiendo expandido el horizonte de su conocimiento con datos relevantes (o quizá no tanto), ahora les platicaré la parte no tan cultural, osease, mi primer paseo por las calles de Alcalá.... de Henares.

Como sabrán, la diferencia de huso horario entre América del Norte (Chicago) y Europa (España),es tan sólo de 7 horas, pero eso de andar viajando por el tiempo, trae sus repercusiones en el metabolismo de uno, y más si este UNO sobrepasa la edad de los 20´s; así que se imaginarán en calidad de qué, llegué al viejo continente. Arribamos aproximadamente a las 8 de la madrugada a la que sería por 3 semanas nuestra morada, un hotel bastante aceptable, algo alejada de la civilización y de la mano del hombre, pero lindo y cómodo al fin.
Como han de imaginarse, su servidora cayó en un estado comatoso por un buen rato, tratando de reponer las horas perdidas ¿o ganadas? en fin, tratando de ponerme al día con el horario. Horas después, y no habiendo repuesto nada en lo absoluto, decidimos hacer un escaneo de la pequeña ciudad en la que nos encontrábamos perdidos. Nuestra primera misión:(sí decidía aceptarla) "encontrar la estación de tren que me llevaría a Madrid al día siguiente". Nos fue proporcionado un mapa en las instalaciones del hotel, y se nos informó nuestra ubicación dentro del mismo. La distancia entre el tren y el hotel era de unos 3km apróx. que a paso veloz y campante podía uno llegar en 20 mins. Pero omitieron el advertirnos que la ciudad estaba constituida por pequeñas colinas y pendientes, que si bien, no te encuentras en tu condición puberta o deportista, por supuesto los 20 minutos sólo son de puro calentamiento.

Y después de no sé cuantos minutos de caminata, subidas y bajadas, glorietas y demás curiosidades, llegamos a la bendita estación de tren.
Nada especial tiene la estación, pero que más da si es linda o no, lo importante era ubicarla en distancia y saber cómo llegar a Madrid. Y habiendo cumplido la misión y teniendo cerca el centro de la ciudad, nos dirigimos a el, con el hambre apoderándose de nuestro humor.

Una cosa de la que nos percatamos, pero no se nos hizo extraño, por ser domingo, fue que, no había abierto nada, ni restaurantes, ni farmacias ni lugares que, por ser zona turística, das por sentado deberían estar abiertas. UN TRIUNFO déjenme les digo, un triunfo fue encontrar un mentado restaurante que nos diera servicio a la carta. Ingenuos pensamos que era una mera cuestión de horario de fin de semana. Así pues, ordenamos (lo que pudimos traducir a nuestro español).

Salimos con una cara distinta, pues el llenar la barriga con ricas viandas puede llegar a ser clave para no llegar a una guerra campal. Lo que vimos a continuación sí que llamó nuestra atención, el centro de Alcalá se había convertido de, "pueblo-fantasma" a ¡villa verbena!. Gente por doquier, familias completas, abuelos, nietos, juventud, de todo un poco. En un abrir y cerrar de ojos, la ciudad había cobrado vida. Hasta las tiendas y restaurantes antes cerrados, se encontraban al servicio de la comunidad.

Así pues, contentos y convencidos de que no habíamos llegado a "pueblomuerto", nos fuimos a empatar horarios. , nuestro corazón quedaba ávido por ser parte de tal efervescencia pero el resto de nuestro cuerpo clamaba por descanso.

Siguiente cita: Madrid y olé!!!

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